En el mundo de la gran distribución, la digitalización de los procesos y la difusión de las tecnologías RFID están revolucionando la forma de gestionar los puntos de venta, haciendo más eficientes las operaciones de caja, inventario y trazabilidad de los productos. En este contexto, un elemento a menudo subestimado pero decisivo es el material del que están hechos los carros de la compra.
Los carros metálicos tradicionales representan una barrera física para las ondas de radio utilizadas por los sistemas RFID. De hecho, el metal refleja y bloquea las ondas electromagnéticas, generando un efecto conocido como «jaula de Faraday», que dificulta la comunicación entre las etiquetas aplicadas a los productos y los lectores RFID. El resultado es una lectura menos fiable, ralentizaciones operativas y la necesidad de aumentar la potencia de los lectores o instalar antenas adicionales para compensar las interferencias.
Los carros de plástico, por el contrario, son completamente transparentes a las ondas de radio, lo que permite una lectura clara, precisa y simultánea de las etiquetas RFID, incluso cuando los productos se encuentran en diferentes posiciones dentro del carro. Esto se traduce en procesos de escaneo más rápidos y precisos, una mejor gestión del flujo en las cajas automáticas y un control de inventario más eficiente.
Con el avance de las soluciones de comercio smart, el carro de plástico se consolida como la opción ideal para los puntos de venta que desean combinar innovación, sostenibilidad y un rendimiento RFID óptimo. Gracias a su naturaleza no conductiva y a sus características de ligereza, resistencia y versatilidad, representa la respuesta más eficaz a las necesidades de la distribución moderna.
Plastimark ofrece carros totalmente de plástico ligeros, resistentes y versátiles, diseñados para optimizar los sistemas de trazabilidad y automatización del punto de venta, con un enfoque concreto hacia la innovación sostenible.